Este 7 de abril la sonda espacial 2001 "Mars Odyssey" cumple 15 años de ser lanzada hacia el espacio con dirección a Marte. Y es en esta misma fecha que nuestra página cumple apenas 2 días de ser lanzada al espacio cibernético con el propósito de llegar a ti.
Esta sonda espacial, acaricia el sueño de hallar vida extraterrestre en ese planeta, busca la posibilidad de que el ser humano pueda no sólo conocerlo sino habitarlo…ya que las cosas en el planeta Tierra no lucen muy bien.
Es asombroso que mientras buscamos vida en otros planetas, destruimos la vida en el nuestro; que mientras buscamos en el basto universo un lugar en donde vivir, al menos parecido al que ya tenemos, ignoramos a cada día lo bello y maravilloso del que Dios nos ha dado. Buscar lo que nunca se hallará mientras descuidamos lo que Dios nos ha dado parece ser uno de los problemas constantes del ser humano.
Lucianne Walkowicz, una astrónoma que trabaja en la misión Kepler de la NASA en busca de lugares en el universo que puedan albergar vida, dijo en marzo del año pasado (2015): "debiéramos dejar de soñar con Marte como un plan B donde nos mudaremos después de haber destruido la Tierra”.
¿Y qué hay con nuestros planes B?
Nuestros planes B están ahí por si el primero falla. Como seres humanos es sabio pensar en el plan B simplemente porque somos falibles, debido a ello es señal de prudencia preparar una alternativa. Sin embargo, en ocasiones el plan B puede establecerse también, no como señal de sabiduría sino de insensatez; no como señal de prudencia sino de falta de entereza y compromiso con el plan A. En muchas ocasiones pensar en el plan B es “la señal adelantada de renuncia”, porque al fin y al cabo… hay otra opción.
Piensa en el que estudia, en el que sale a la misión, en el que contrae matrimonio y lamentablemente toma la decisión de no comprometerse de todo su corazón con el plan A ¡y sólo con el plan A!. Todos ellos, ante las primeras dificultades, mirarán el plan B, pero no por sabiduría, el plan B es simplemente “un plan de renuncia” un plan de “justificación ante el fracaso, ante la falta de esfuerzo y compromiso”
¡Bien decimos!... “Dios no tiene un plan B”. No hay un plan B de redención, Es Cristo y ¡sólo Cristo!. No hay un plan B disponible después de esta vida. Está establecido a los hombres que mueran… una… sola… vez.
Hoy, 7 de abril, piensa en todos tus planes B que has tenido a lo largo de tu vida y medita... ¿Cuando éstos han sido verdaderamente señal de prudencia? y ¿Cuando han sido la justificación por tu falta de entereza y compromiso?
Sé sabio. Que tu plan "A" sea siempre Cristo.
